FAMILIA
Empanadas Grill by Maite & Fede
Somos un Matrimonio Tucumano, radicado hace 20 años en Miami.
Queremos llevar a tu mesa el Sabor y costumbres del Norte Argentino.
Queremos llevar a tu mesa el Sabor y costumbres del Norte Argentino.
Familia... donde comienza la vida y el amor nunca termina
Cómo es la historia de los tucumanos que hicieron
de las empanadas un éxito en Miami
Empezaron a fabricarlas en medio de la cuarentena por la pandemia del Covid-19 y no pudieron parar; cuesta US$36 la docena y tienen fila de clientes
Maite González Dalponte aparece en la tapa de LA NACION del 14 de junio de 2001 llegando, caminando, al aeropuerto de Ezeiza. Iba con sus cuatro hijos para embarcar rumbo a Miami, a donde ya estaba su esposo, Federico Terán. Consiguieron trabajo, tuvieron su quinto hijo y, en medio de la pandemia, con el país paralizado, empezaron a hacer empanadas tucumanas en horno de leña para vender. Llevan comercializadas 35.800 a US$36 la docena. Terán dejó su empleo para dedicarse tiempo completo a “Maite & Fede´s grillings”.
Los tucumanos conservan la tapa de LA NACION donde aparecía Maite con sus hijos en 2001.Tucumano, Terán trabajaba en el área de marketing de una empresa de electrodomésticos cuando a mediados del 2000 empezó a ver que el consumo “se quebró, aumentó la tasa de morosidad, había menos crédito. Empezaba la crisis y el mediano plazo se presentaba caótico”.
En octubre presentó la renuncia y “con US$1200 en el bolsillo y una valija” en enero del 2001 se fue a Miami. La decisión del lugar se vinculó con el clima; fueron descartando otros sitios por esa razón. Seis meses después lo siguió Maite con sus hijos.
Terán consiguió trabajo en una compañía de mudanzas para arrancar y, después, part time en un restaurante israelí, donde con el tiempo quedó para todo el día. Allí fue empleado durante 18 años; renunció cuando cocinar empanadas en su casa para vender requirió de más compromiso por la demanda.
Dalponte cuenta que “no sabía ni una palabra en inglés”. Aprendió y se desempeña como administrativa en una importadora de alimentos israelíes. “Cuando uno quiere salir adelante, puede. Llegamos sin saber nada de nada del idioma, fuimos sumando herramientas”, dice.
Nunca regresaron a Tucumán. “El costo de seis pasajes es mucho, además hay que dejar todo pago para ir de vacaciones; es un esfuerzo grande”, apunta Terán.
En plena cuarentena, un domingo hicieron un asado y empanadas para la familia y, como hacían siempre, subieron fotos a sus redes sociales. Los amigos empezaron a pedirles que les vendieran.
Desde la masa al relleno, todo es casero. Las cocinan en horno a leña.“Como iba tres veces por semana al restaurante por unas horas, empecé a hacer empanadas los sábados -señala Terán a LA NACION-. Primero era una docena, después ocho y ahora son unas 30. Cada vez nos pedían más. Como no podíamos tener contacto con los clientes, hacían fila con los autos en la puerta de casa, abríamos el baúl, se las dejábamos y nos transferían”.
El matrimonio está asombrado de cómo empezaron a recibir pedidos primero de latinos, pero “después de estadounidenses, de belgas, de italianos”. “Vienen de todos lados; hay gente que maneja una hora para buscarlas”, dice. Durante la semana venden otras 30 docenas promedio, pero crudas.
En agosto pasado, Terán dejó su empleo para dedicarse por completo a la cocina. Lo ayuda su hijo más chico, de 17 años, quien nació en Estados Unidos. “No habla una palabra de español, no conoce Tucumán, pero es especialista en empanadas tucumanas”, describe. Cuando Dalponte llega de trabajar, también ayuda.
“Nos subimos a un tren que no sabemos a dónde va a llegar -comentan-. Estamos proyectando un local, pero los costos son muy altos; solo de alquiler hay que pensar en unos US$40.000. Antes de la pandemia ya nos decían que vendiéramos, pero estábamos cómodos. Salimos de nuestra zona de confort y nos fue bien”. También hacen locro cada tanto y, pese al calor, venden muy bien.
Venden unas 30 docenas cada sábado y una cifra similar durante la semana.Las empanadas son tucumanas tradicionales: “Bien jugosas, de las que chorrean, con carne cortada a cuchillo. Nos hemos convertido en referencia de restaurantes argentinos de acá. Cuando empezamos pensamos que era hasta que se levantaran las restricciones, pero nos fue muy bien y ya seguimos”.
El matrimonio ya hacía empanadas antes de emigrar y eran fanáticos de las de Sara Figueroa, la eterna campeona de esa especialidad que murió en 2019 en Tucumán. “Tenemos el gusto clavado en el paladar, en el cerebro, en el corazón”, resumen.
Los tucumanos conservan la tapa de LA NACION donde aparecía Maite con sus hijos en 2001.Tucumano, Terán trabajaba en el área de marketing de una empresa de electrodomésticos cuando a mediados del 2000 empezó a ver que el consumo “se quebró, aumentó la tasa de morosidad, había menos crédito. Empezaba la crisis y el mediano plazo se presentaba caótico”.
En octubre presentó la renuncia y “con US$1200 en el bolsillo y una valija” en enero del 2001 se fue a Miami. La decisión del lugar se vinculó con el clima; fueron descartando otros sitios por esa razón. Seis meses después lo siguió Maite con sus hijos.
Terán consiguió trabajo en una compañía de mudanzas para arrancar y, después, part time en un restaurante israelí, donde con el tiempo quedó para todo el día. Allí fue empleado durante 18 años; renunció cuando cocinar empanadas en su casa para vender requirió de más compromiso por la demanda.
Dalponte cuenta que “no sabía ni una palabra en inglés”. Aprendió y se desempeña como administrativa en una importadora de alimentos israelíes. “Cuando uno quiere salir adelante, puede. Llegamos sin saber nada de nada del idioma, fuimos sumando herramientas”, dice.
Nunca regresaron a Tucumán. “El costo de seis pasajes es mucho, además hay que dejar todo pago para ir de vacaciones; es un esfuerzo grande”, apunta Terán.
En plena cuarentena, un domingo hicieron un asado y empanadas para la familia y, como hacían siempre, subieron fotos a sus redes sociales. Los amigos empezaron a pedirles que les vendieran.
Desde la masa al relleno, todo es casero. Las cocinan en horno a leña.“Como iba tres veces por semana al restaurante por unas horas, empecé a hacer empanadas los sábados -señala Terán a LA NACION-. Primero era una docena, después ocho y ahora son unas 30. Cada vez nos pedían más. Como no podíamos tener contacto con los clientes, hacían fila con los autos en la puerta de casa, abríamos el baúl, se las dejábamos y nos transferían”.
El matrimonio está asombrado de cómo empezaron a recibir pedidos primero de latinos, pero “después de estadounidenses, de belgas, de italianos”. “Vienen de todos lados; hay gente que maneja una hora para buscarlas”, dice. Durante la semana venden otras 30 docenas promedio, pero crudas.
En agosto pasado, Terán dejó su empleo para dedicarse por completo a la cocina. Lo ayuda su hijo más chico, de 17 años, quien nació en Estados Unidos. “No habla una palabra de español, no conoce Tucumán, pero es especialista en empanadas tucumanas”, describe. Cuando Dalponte llega de trabajar, también ayuda.
“Nos subimos a un tren que no sabemos a dónde va a llegar -comentan-. Estamos proyectando un local, pero los costos son muy altos; solo de alquiler hay que pensar en unos US$40.000. Antes de la pandemia ya nos decían que vendiéramos, pero estábamos cómodos. Salimos de nuestra zona de confort y nos fue bien”. También hacen locro cada tanto y, pese al calor, venden muy bien.
Venden unas 30 docenas cada sábado y una cifra similar durante la semana.Las empanadas son tucumanas tradicionales: “Bien jugosas, de las que chorrean, con carne cortada a cuchillo. Nos hemos convertido en referencia de restaurantes argentinos de acá. Cuando empezamos pensamos que era hasta que se levantaran las restricciones, pero nos fue muy bien y ya seguimos”.
El matrimonio ya hacía empanadas antes de emigrar y eran fanáticos de las de Sara Figueroa, la eterna campeona de esa especialidad que murió en 2019 en Tucumán. “Tenemos el gusto clavado en el paladar, en el cerebro, en el corazón”, resumen.
Maite y Federico y una linda historia tras el éxito de sus empanadas en Miami
Llegaron hace dos décadas al sur norteamericano y hoy disfrutan cocinando
comidas tucumanas en la famosa ciudad de Florida. Mirá las fotos.
Por Tomás Gray www.holatucuman.com
Sus empanadas, y otras comidas tucumanas como locro y humita, además de un buen asado, son el boom en Miami. Atrás de este emprendimiento hay dos tucumanos: Maite González Dalponte y Federico Terán. quienes junto a sus hijos generaron un emprendimiento gastronómico cuyos productos son cade vez más solicitados. no solo en Miami sino también en otras ciudades del estado de Florida, y no solo por los cientos de tucumanos y argentinos radicados en esa zona, sino también por estadounidenses, cubanos y de otras nacionalidades.
"Somos un Matrimonio Tucumano, radicado hace 20 años en Miami. Queremos llevar a tu mesa el Sabor y costumbres del Norte Argentino", es la frase que eligieron como carta de prrsentación en su Fan Page de Facebbok, que pueden encontrar con el nombre de "Empanadas Grill by Maite & Fede".
Hoy sus productos se han convertido en un éxito en Miami, pero detrás de este boom hay toda una historia de coraje y decisiones a lo largo de dos décadas. Por empezar, desde la difícil decisión de dejar hace dos décadas Tucumán para probar suerte en el estado de Florida.
Pero que mejor que esta historia sea contada por ellos mismos.
Un paso importane
"Por septiembre del 2000, decidí cambiar de rumbo y emigrar a los Estados Unidos, trabajaba en una compañía de electrodomésticos para el hogar. Así, el 8 de enero del 2001 aterrizo en Miami, con lo único que poseía: una valija", comentó Federico Terán, como queriendo arrancar la historia por el principio, por ese primer paso importante que decidió dar en su vida.
"Maite y los chicos (cuatro en aquel entonces), se habían quedado en Tucumán hasta que yo me acomodara y pudieran viajar para reunirnos", añadió.
"Empecé los primeros días caminando docenas de cuadras en busca de trabajo, y encontré uno que debía limpiar los cines del Aventura Mall (24 salas), las primeras noches terminaba con ampollas en las manos pero siempre con la esperanza de traer a mi familia", comentó sobre sus primeros pasos en Miami.
"Lo que ganaba lo giraba a Maite para ahorrar para el viaje y vivir allá. Acá yo compraba los miércoles sándwich (¢0,19) para no gastar mucho", destacó Federico.
"Maite y los chicos llegaron en Junio de 2001, yo ya trabajando en un restaurante Israelí muy famoso en North Miami Beach. Como todos acá empecé lavando platos y limpiando. Con el pasar de los años, fui aprendiendo y empecé a hacer Hummus (según el Miami Herald, el mío es el mejor de la Florida)", contó.
"Con el inicio de la Pandemia (COVID-19), el restaurante se vio obligado a reducir las operaciones al 10%. No así Maite, ella es administrativa de tres Empresas importadoras de alimentos Israelíes, por lo tanto su trabajo no se vio afectado. Yo, con apenas algunas horas de trabajo semanal, me dedicaba a estar en casa y con los chicos", comentó.
Nace un proyecto
"Un domingo por el mes de marzo, hacemos unas empanadas a la parrilla y pusimos la fotos en Facebook. La sorpresa nuestra fue que amigos nos mandaban mensajes para que les vendamos, y así decidimos empezar con la venta de empanada", contó Maite González Dalponte.
"Como todo comienzo fue de crecimiento y aprendizaje, de hacerlas a la parrilla, pasamos a hacerlas en horno a leñas dando así un toque muy distinto, que les recuerda a nuestro país a aquel que las come, según ellos mismos nos cuentan", resaltó Maite.
"Como seguimos con nuestros trabajos, decidimos sólo venderlas los sábados y había que enseñar a los clientes de encargar durante la semana las empanadas para retirarlas los sábados. Fue duro al principio pero nos dio muy buen resultado y aceptación", comentó Federico.
"Por el mes de agosto de 2020, en una reunión con amigas de Maite, y hablando de nuestro emprendimiento, Diana V (artista venezolana), nos dijo que iba a diseñar el Logo de la Compañía. Y así fue a los días siguientes, teníamos un Logo, luego mandamos la imagen a un sobrino (Ezequiel) y el la hizo digitalizar en Tucumán", contó Fede.
"Por los efectos del COVID, no conseguíamos matambre y solo elaborábamos de pollo. Hasta que conseguimos matambre argentino, y pudimos hacer las Empandas Tucumanas, fue todo un éxito", recuerda Maite. "Gente de distintos puntos del Estado de la Florida vienen a buscarlas, cosa que nos enorgullece y llena de alegría. También incorporamos el Locro y la Humita", añadió la tucumana radicada en Miami.
Tiempo de crecimiento
"Los llamados no dejaban de llegar para pedir, los mensajes de agradecimiento por lo rico y tradicional de las comidas que les recordaba cuando vivían allá (Argentina). Clientes cubanos son los que le siguen a los argentinos en pedidos", comentó Fede.
"Nos eligieron (Empanadas Grill by Maite & Fede’s) para participar de la despedida de Año del 3° Campeonato Argentino del Asado en Miami (realizado en conjunto con Argentina con la conducción de Diego Bas -Miami-, Julio Lagos -Buenos Aires-, resaltó Federico.
"En Enero nos hicieron un reportaje de Radio (programa Argentino) del mejor Locro de Miami. El teléfono no deja de sonar pidiendo por más", agregó.
"Nunca imaginamos la cantidad de tucumanos residiendo en Miami, día que pasa, más tucumanos nos llaman y nos mandan mensajes que ya no extrañan más las Empanadas Tucumanas", señaló Maite.
"Nosotros implementamos los sábados horarios a los clientes para recoger los pedidos y así reducir los riesgos de contagio y dar confianza de Bioseguridad. Lo cual los Clientes nos agradecen y les parece excelente idea", cuenta Fede.
"Una anécdota muy graciosa fue: A fin de año entregamos a los Clientes una taza con el logo de nuestra compañía, e hicimos el desafío “Donde está Tu Taza”, muy buen resultado de marketing dio, ya que la taza se vio en varios puntos de Los Estados Unidos. También la taza está en Tucumán, y mi hermano (José Maria) sacó varias fotos en Tafi del Valle. Una señora en Tucumán vio la foto y le comentó a su hijo que recién llegaba a Miami, y nos pidió tres docenas de Empanadas de Matambre. Cada vez que nos pide, me dice que quiere sentirse en Tucumán y comer nuestras Empanadas", comentó Fede.
"Los sábados, desde las 11:30 am hasta las 3pm, los autos se estacionan uno detrás de otro a esperar sus empanadas (como si fuese la ventana de un McDonald). Tenemos clientes como Aníbal Berraute (tocó con Mariano Mores), Alejandra Aquino (actriz Argentina), Caril Paura, cantautor (ex Visconti). Al terminar la horneada del Sábado, siguen llegando pedidos para el próximo Sábado", resaltaron con orgullo Fede y Maite.
"En verano, cuando terminamos, hacemos un ritual de agradecimiento con la manguera de agua, mojándonos junto a Luis, nuestro hijo menor, que nació aquí, en Miami", contaron.
Y el emprendimiento de las ventas de empanadas, que nació casi por casualidad, contin ua creciendo y atravesando las fornteras del estado de Florida. "Este año tenemos la oportunidad de desembarcar en Boston, enviando las empanadas a un Restaurante de la playa de aquel Estado de Masachuset, al norte de Nueva York", contaron contentos y con las nuevas expectativas que se abren con sus productos, cada vez más solicitados.
Esta es la pequeña historia de Maite y Fede, y de su familia, quienes hace dos deácadas tomaron la decisiónd e dejar Tucumán para radicarse en Miami. Pasaron de todo. Consiguieron trabajo, y hoy disfrutan, no solo de poder hacer empanadas, sino de hacer sentir, con su sabor, a tucumanos cada vez más cerca de su provincia. Y eso no es poca cosa.
Llegaron hace dos décadas al sur norteamericano y hoy disfrutan cocinando
comidas tucumanas en la famosa ciudad de Florida. Mirá las fotos.
Por Tomás Gray www.holatucuman.com
Sus empanadas, y otras comidas tucumanas como locro y humita, además de un buen asado, son el boom en Miami. Atrás de este emprendimiento hay dos tucumanos: Maite González Dalponte y Federico Terán. quienes junto a sus hijos generaron un emprendimiento gastronómico cuyos productos son cade vez más solicitados. no solo en Miami sino también en otras ciudades del estado de Florida, y no solo por los cientos de tucumanos y argentinos radicados en esa zona, sino también por estadounidenses, cubanos y de otras nacionalidades.
"Somos un Matrimonio Tucumano, radicado hace 20 años en Miami. Queremos llevar a tu mesa el Sabor y costumbres del Norte Argentino", es la frase que eligieron como carta de prrsentación en su Fan Page de Facebbok, que pueden encontrar con el nombre de "Empanadas Grill by Maite & Fede".
Hoy sus productos se han convertido en un éxito en Miami, pero detrás de este boom hay toda una historia de coraje y decisiones a lo largo de dos décadas. Por empezar, desde la difícil decisión de dejar hace dos décadas Tucumán para probar suerte en el estado de Florida.
Pero que mejor que esta historia sea contada por ellos mismos.
Un paso importane
"Por septiembre del 2000, decidí cambiar de rumbo y emigrar a los Estados Unidos, trabajaba en una compañía de electrodomésticos para el hogar. Así, el 8 de enero del 2001 aterrizo en Miami, con lo único que poseía: una valija", comentó Federico Terán, como queriendo arrancar la historia por el principio, por ese primer paso importante que decidió dar en su vida.
"Maite y los chicos (cuatro en aquel entonces), se habían quedado en Tucumán hasta que yo me acomodara y pudieran viajar para reunirnos", añadió.
"Empecé los primeros días caminando docenas de cuadras en busca de trabajo, y encontré uno que debía limpiar los cines del Aventura Mall (24 salas), las primeras noches terminaba con ampollas en las manos pero siempre con la esperanza de traer a mi familia", comentó sobre sus primeros pasos en Miami.
"Lo que ganaba lo giraba a Maite para ahorrar para el viaje y vivir allá. Acá yo compraba los miércoles sándwich (¢0,19) para no gastar mucho", destacó Federico.
"Maite y los chicos llegaron en Junio de 2001, yo ya trabajando en un restaurante Israelí muy famoso en North Miami Beach. Como todos acá empecé lavando platos y limpiando. Con el pasar de los años, fui aprendiendo y empecé a hacer Hummus (según el Miami Herald, el mío es el mejor de la Florida)", contó.
"Con el inicio de la Pandemia (COVID-19), el restaurante se vio obligado a reducir las operaciones al 10%. No así Maite, ella es administrativa de tres Empresas importadoras de alimentos Israelíes, por lo tanto su trabajo no se vio afectado. Yo, con apenas algunas horas de trabajo semanal, me dedicaba a estar en casa y con los chicos", comentó.
Nace un proyecto
"Un domingo por el mes de marzo, hacemos unas empanadas a la parrilla y pusimos la fotos en Facebook. La sorpresa nuestra fue que amigos nos mandaban mensajes para que les vendamos, y así decidimos empezar con la venta de empanada", contó Maite González Dalponte.
"Como todo comienzo fue de crecimiento y aprendizaje, de hacerlas a la parrilla, pasamos a hacerlas en horno a leñas dando así un toque muy distinto, que les recuerda a nuestro país a aquel que las come, según ellos mismos nos cuentan", resaltó Maite.
"Como seguimos con nuestros trabajos, decidimos sólo venderlas los sábados y había que enseñar a los clientes de encargar durante la semana las empanadas para retirarlas los sábados. Fue duro al principio pero nos dio muy buen resultado y aceptación", comentó Federico.
"Por el mes de agosto de 2020, en una reunión con amigas de Maite, y hablando de nuestro emprendimiento, Diana V (artista venezolana), nos dijo que iba a diseñar el Logo de la Compañía. Y así fue a los días siguientes, teníamos un Logo, luego mandamos la imagen a un sobrino (Ezequiel) y el la hizo digitalizar en Tucumán", contó Fede.
"Por los efectos del COVID, no conseguíamos matambre y solo elaborábamos de pollo. Hasta que conseguimos matambre argentino, y pudimos hacer las Empandas Tucumanas, fue todo un éxito", recuerda Maite. "Gente de distintos puntos del Estado de la Florida vienen a buscarlas, cosa que nos enorgullece y llena de alegría. También incorporamos el Locro y la Humita", añadió la tucumana radicada en Miami.
Tiempo de crecimiento
"Los llamados no dejaban de llegar para pedir, los mensajes de agradecimiento por lo rico y tradicional de las comidas que les recordaba cuando vivían allá (Argentina). Clientes cubanos son los que le siguen a los argentinos en pedidos", comentó Fede.
"Nos eligieron (Empanadas Grill by Maite & Fede’s) para participar de la despedida de Año del 3° Campeonato Argentino del Asado en Miami (realizado en conjunto con Argentina con la conducción de Diego Bas -Miami-, Julio Lagos -Buenos Aires-, resaltó Federico.
"En Enero nos hicieron un reportaje de Radio (programa Argentino) del mejor Locro de Miami. El teléfono no deja de sonar pidiendo por más", agregó.
"Nunca imaginamos la cantidad de tucumanos residiendo en Miami, día que pasa, más tucumanos nos llaman y nos mandan mensajes que ya no extrañan más las Empanadas Tucumanas", señaló Maite.
"Nosotros implementamos los sábados horarios a los clientes para recoger los pedidos y así reducir los riesgos de contagio y dar confianza de Bioseguridad. Lo cual los Clientes nos agradecen y les parece excelente idea", cuenta Fede.
"Una anécdota muy graciosa fue: A fin de año entregamos a los Clientes una taza con el logo de nuestra compañía, e hicimos el desafío “Donde está Tu Taza”, muy buen resultado de marketing dio, ya que la taza se vio en varios puntos de Los Estados Unidos. También la taza está en Tucumán, y mi hermano (José Maria) sacó varias fotos en Tafi del Valle. Una señora en Tucumán vio la foto y le comentó a su hijo que recién llegaba a Miami, y nos pidió tres docenas de Empanadas de Matambre. Cada vez que nos pide, me dice que quiere sentirse en Tucumán y comer nuestras Empanadas", comentó Fede.
"Los sábados, desde las 11:30 am hasta las 3pm, los autos se estacionan uno detrás de otro a esperar sus empanadas (como si fuese la ventana de un McDonald). Tenemos clientes como Aníbal Berraute (tocó con Mariano Mores), Alejandra Aquino (actriz Argentina), Caril Paura, cantautor (ex Visconti). Al terminar la horneada del Sábado, siguen llegando pedidos para el próximo Sábado", resaltaron con orgullo Fede y Maite.
"En verano, cuando terminamos, hacemos un ritual de agradecimiento con la manguera de agua, mojándonos junto a Luis, nuestro hijo menor, que nació aquí, en Miami", contaron.
Y el emprendimiento de las ventas de empanadas, que nació casi por casualidad, contin ua creciendo y atravesando las fornteras del estado de Florida. "Este año tenemos la oportunidad de desembarcar en Boston, enviando las empanadas a un Restaurante de la playa de aquel Estado de Masachuset, al norte de Nueva York", contaron contentos y con las nuevas expectativas que se abren con sus productos, cada vez más solicitados.
Esta es la pequeña historia de Maite y Fede, y de su familia, quienes hace dos deácadas tomaron la decisiónd e dejar Tucumán para radicarse en Miami. Pasaron de todo. Consiguieron trabajo, y hoy disfrutan, no solo de poder hacer empanadas, sino de hacer sentir, con su sabor, a tucumanos cada vez más cerca de su provincia. Y eso no es poca cosa.